El Euro Digital: una oportunidad regulatoria y estratégica para España
15 de junio de 2025. Por el Foro Ramón Santillán de Regulación Financiera Digital
La eventual emisión de un euro digital por parte del Banco Central Europeo (BCE) representa uno de los mayores proyectos institucionales en la historia reciente de la Unión Económica y Monetaria. No se trata simplemente de digitalizar el efectivo, sino de redefinir el papel del dinero público en una economía marcada por la intermediación tecnológica, la expansión de las monedas privadas y el auge de los criptoactivos. España, con un ecosistema financiero en transformación y una sólida tradición de adaptación normativa, tiene ante sí una oportunidad estratégica: convertirse en uno de los actores técnicos de referencia en la implementación de esta nueva infraestructura monetaria.
El euro digital, tal como lo plantea el BCE, sería una forma de dinero de banco central accesible al público general, con garantía institucional, valor nominal estable y posibilidad de uso tanto online como offline. Frente a las soluciones privadas —desde stablecoins hasta plataformas de pago digitales— el euro digital busca preservar la soberanía monetaria, reforzar la resiliencia del sistema de pagos y garantizar el acceso universal al dinero público en un entorno crecientemente digital.
El proyecto plantea cuestiones técnicas y jurídicas de primer nivel: privacidad, trazabilidad, escalabilidad, compatibilidad con los sistemas existentes, acceso a través de intermediarios financieros, límites al uso para evitar efectos sobre la estabilidad financiera, y sobre todo, gobernanza normativa. La Comisión Europea ya ha presentado un Reglamento que regula su emisión y condiciones de uso, que actualmente se encuentra en fase de tramitación legislativa.
Desde el punto de vista del cumplimiento y la regulación, el euro digital abre un campo nuevo de estudio:
¿Qué obligaciones tendrán los intermediarios que faciliten su acceso?
¿Cómo se aplicarán las normas de AML/CFT en operaciones offline?
¿Qué relación habrá entre el euro digital y las cuentas de dinero electrónico o los monederos móviles?
¿Cómo se garantizará la interoperabilidad con los sistemas actuales de pagos instantáneos como Bizum o TIPS?
Para el Foro Ramón Santillán de Regulación Financiera Digital, estas preguntas no son meros ejercicios académicos. Son debates prácticos que afectan al día a día de abogados, tecnólogos, compliance officers y responsables de innovación en el sistema financiero español. Por eso, uno de los primeros ejes de trabajo del Foro será un observatorio técnico sobre el euro digital, que permita a los profesionales compartir experiencias, analizar documentos regulatorios y anticipar impactos reales en sus modelos de negocio y obligaciones de supervisión.
Además, el Foro quiere contribuir a un debate público más informado. Parte del escepticismo que rodea al euro digital en ciertos círculos —desde la privacidad hasta el “miedo al control”— puede superarse con pedagogía técnica, transparencia regulatoria y diseño institucional inteligente. España, por su experiencia en pagos digitales, su red de fintechs y su cultura jurídica avanzada, puede liderar esa conversación si moviliza su capital humano.
En definitiva, el euro digital no será una panacea, pero sí un instrumento clave para reforzar la confianza en el sistema monetario del siglo XXI. Y su éxito no dependerá solo de la tecnología, sino de la calidad del marco normativo que lo rodee. Por eso, foros como el nuestro —independientes, rigurosos, conectados con la práctica— son más necesarios que nunca.